En 2013, el desarrollador de IBM Billy Markus y el científico de datos de Adobe Jackson Palmer crearon dogecoin, su propia criptomoneda, pero parece que ahora no les hace tanta gracia. Palmer revivió su abandonada cuenta de Twitter para dar su opinión sobre las criptomonedas, y no es precisamente buena. De acuerdo con el desarrollador son una estafa, una tecnología hipercapitalista cuyo fin es solo el de enriquecer a los que ya son ricos. https://twitter.com/ummjackson/status/1415353984617914370?s=20 “Tras varios años estudiándolas, creo que las criptomonedas son una tecnología hipercapitalista inherentemente a la derecha y construida para amplificar la riqueza de sus defensores a través de una combinación de evasión fiscal, supervisión regulatoria disminuida y una escasez impuesta artificialmente”, dice Palmer en su hilo de Twitter. Añade de manera categórica que, en su opinión, la industria de las criptomonedas se aprovecha de una red de conexiones comerciales turbias formada por personas influyentes y medios sobornados para perpetuar esa idea de hacerse rico rápidamente que solo está diseñado “para extraer dinero nuevo de los ingenuos y desesperados financieramente”. Según el creador de dogecoin, la mayor parte de la comunidad de las criptomonedas es controlada “por un poderoso cártel de celebridades ricas que están logrando que las finanzas descentralizadas beneficien a los que están en la cima”, quizá para referirse a Elon Musk. En los últimos meses hemos sido testigos de cómo el dueño de Tesla hacía oscilar el mercado de las criptomonedas casi a su antojo con solo publicar tuits en su perfil relacionados con estas. Una información preocupante es la que se filtró en las últimas horas en las redes sociales, ya que en X.com se dio a conocer un hackeo masivo de más de 5,1 millones de cuentas de Amazon España, con datos de clientes de la compañía, entre ellos DNI, nombre y apellidos, número de móvil, dirección y código postal, ciudad y correo electrónico. La cuenta de X ‘HackManac’, que rastrea hackeos en tiempo real, ha sido una de las primeras en hacerse eco en X e informó que un usuario, bajo el nombre de ‘vaquilla’ está vendiendo las cuentas en la dark web. Una situación francamente insólita es la que vivió una pareja en Grecia, ya que los posos de un café (los restos que quedan en la taza después de beberlo), sumado a ChatGPT y a una esposa desconfiada, llevó a un desenlace muy extraño. Una mujer griega decidió experimentar con la tendencia de la taseografía de IA, una forma de adivinación que interpreta las formas que dejan las hojas de té (o, a veces, los posos de café o los sedimentos de vino) después de beber una taza.




