La función del campo magnético de la Tierra es fundamental, ya que sin su protección entrarían radiaciones cósmicas y vientos solares. Y ahora un grupo de científicos de la Universidad Técnica de Dinamarca han conseguido convertir a sonido las señales magnéticas medidas por el satélite Swarm de la Agencia Espacial Europea (ESA). Para escuchar el campo magnético, los científicos han recurrido al trío de satélites Swarm de la ESA, lanzado en 2013, que se utiliza precisamente para comprender cómo se genera este campo. «El equipo utilizó datos de los satélites Swarm de la ESA, así como de otras fuentes, y empleó estas señales magnéticas para manipular y controlar una representación sónica del campo del núcleo. El proyecto ha sido, sin duda, un ejercicio gratificante de unión entre el arte y la ciencia«, explica Klaus Nielsen, músico y colaborador del proyecto. Y así suena: El sonido se trata del campo magnético generado por el núcleo de la Tierra y su interacción con una tormenta solar. «La intención, por supuesto, no es asustar a la gente: es una forma estrafalaria de recordarnos que el campo magnético existe y que, aunque su estruendo sea un poco desconcertante, la existencia de la vida en la Tierra depende de él», indica la ESA. El Santo Grial del campo magnético de la Tierra parece estar en estas “fichas” de roca extraídas de Groenlandia. Pueden parecer insignificantes, pero para la geóloga planetaria Claire Nichols bien podrían ser el trabajo de su vida. Para el resto, pero particularmente para la comunidad científica, son la muestra fehaciente de que el campo magnético de la Tierra, ese escudo protector que nos evita de acabar fritos por la radiación solar y que produce el bellísimo fenómeno de las auroras, se produjo hace unos 3,700 millones de años, unos 800 años después de la formación de la Tierra. Para los científicos el misterio del campo magnético de la Tierra es más una cuestión de cuándo que de cómo. La teoría más aceptada sostiene que la parte exterior del núcleo terrestre está compuesto por metal fundido —principalmente hierro y níquel— girando alrededor de una pelota de hierro, como si fuera el dinamo de una bicicleta. Estudios previos sobre rocas ígneas han calculado que el campo magnético de la Tierra, íntimamente ligado a la formación del núcleo terrestre, surgió hace unos 1,500 o 1,000 millones de años. La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) está a punto de recibir varias cámaras de ultra alta definición que ofrecerán acceso gratuito a imágenes de la Tierra transmitidas en vivo desde 250 millas de altura. El sistema 4K es obra de una empresa británica llamada Sen, que ya transmite video en vivo de la Tierra desde un pequeño satélite que lanzó hace dos años. Es una idea sacada directamente de la ciencia ficción: una estación espacial orbita alrededor de la Tierra, recolectando energía del sol y transmitiéndola a nuestro planeta. Isaac Asimov popularizó el concepto en su historia de 1941 La razón, y los futuristas han estado soñando con él desde entonces. Pero esta noción es más que una fantasía ociosa: es un concepto muy práctico que persiguen las agencias espaciales de todo el mundo, y está casi al alcance de las tecnologías actuales. Incluso podría ser la solución a la crisis energética aquí en la Tierra.




